Hace casi un año estaba preparándome para partir a mi viaje cósmico, un viaje mágico, el viaje que más me ha marcado en la vida. Hace casi un año estaba preparándome para conocer el altiplano, la selva y los valles bolivianos. Abril siempre es mi punto de partida, es mi real comienzo del año.
Allí conocí muchas personas lindas, me reencontré conmigo misma y con la sanación del espíritu. Cada cosa que me pasó merece un reconocimiento, las cosas buenas y malas, fue un tejido hermoso y perfecto de acontecimientos para que a la vuelta de este viaje pudiera concretar todo lo aprendido, todo lo adquirido.
Ahora, un año después, estoy preparando la llegada del fruto de todo este aprendizaje, de toda esta sanación.
Mi hija, mi vida, mi nueva vida.
Pero esto no acaba aquí, el mundo nos espera, voy a seguir conociendo, aprendiendo y adquiriendo lo que la tierra quiera entregarnos, pero ahora no voy sola, nunca más sola.
Trinidad, el mundo nos espera!
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